EL CONSOLADOR

Hola mi Nombre es Jorge yo vivo en Guadalajara, Jalisco México, desde hace ya más de un año leo los relatos de esta página y son extraordinarios, ya que cuentan toda clase de historias reales o fantasías de muchas personas.

Bueno lo que nos incumbe con este relato es más que nada comentarles lo que me pasa desde hace poco tiempo y comenzaré por decirles que soy un hombre de 39 años, casado desde hace 15 años y bueno con una vida más o menos monótona y normal, en relación al sexo me encuentro también muy apático con mi pareja pues no se que les pasa muchas veces a las mujeres que no tienen mucho apetito sexual y te joden por completo y más te afecta cuando lees un par de relatos al día y llegas a casa con el fierro bien parado y nada de nada.

Bueno leyendo relatos de Gay me comenzaron a poner muy inquieto y preocupado pues yo no me esperaba que ese tipo de inclinaciones me atrajeran, pero cada día que pasa me pongo a leer relatos de homosexuales y más que nada a ver fotos de hombres haciéndolo con otros hombres, me termina excitando de una forma increíble, creo inclusive que me excitan más que las de heterosexuales y comienzo a masturbarme con fantasías increíbles pensando que es a mí al que se lo cogen o que yo soy quien esta mamando una buena verga, esto a llegado al grado de no soportar más y desear enormemente tener una experiencia de este tipo.

En varias ocasiones he estado en baños públicos y me pongo a mirarle sus vergas a los hombres que entran a orinar y me comienzo a excitar y saborear esos rabos, pero no pasa de ahí, después de todo lo que he pasado, el otro día me metí a una tienda de artículos de sexo y mi mirada se concentró en los vibradores y dildos que se encontraba en un aparador y no resistí en comprarme uno y la verdad que no aguantaba más las ganas de llegar a un lugar privado para probar mi nuevo juguete, así que me fui directamente a mi casa y ya que mi mujer trabaja me encontraba completamente solo y le di vuelo a la hilacha como decimos aquí en México y ni tardo ni perezoso destapé mi instrumento.

Observé por completo su forma, es igual que una verga de verdad, esta mide 20 cms. de largo y su grosor es más o menos de 1½” por lo que tiene y comencé con mi tarea de ser desvirgado por primera vez, con una verga de hule, pero bueno era lo más similar a tener el instrumento de un hombre así que comencé poco a poco a estimularme mi ano con los dedos, untándolo de crema para el cuerpo y dilatándome esa entrada que nunca había sido explorada por nadie ni nada.

Ya estimulada lo suficiente mi entrada, comencé a introducirme semejante artefacto, poco a poco introducía primero la puntita, después un poco más hasta que entró el glande después más medio tallo, y luego ya lo tenía todo dentro por completo. La verdad te puedo comentar que si me dolió y mucho, sentía que me partía en dos el culo y que no soportaría más tener eso dentro, pero como he leído mucho de estas cosas, comprendía que esto pasaría y traté de relajarme hasta que poco a poco fue desapareciendo ese dolor, ya un poco más calmado seguí mi tarea de llegar a terminar con lo que había comenzado así que accioné el mecanismo de vibración de mi juguetito y es en verdad cuando empezó el show.

Comencé a sentir un hormigueo dentro de mí que me estimulaba por completo, después comencé a meterlo y sacarlo poco a poco y el placer era ahora mayor con la entrada y salida de mi verga plástica, estaba en verdad follándome por completo. Yo estaba recostado sobre la cama con mis piernas bien abiertas con una mano manipulaba mi consolador y con la otra me jalaba mi verga por completo, después de un buen rato haciendo lo mismo decidí cambiarle de posición y ahora puse mi instrumento en una silla donde yo solito me fui sentando poco a poco, introduciéndomelo hasta lo más profundo de mis entrañas, eso si que fue algo delicioso nunca me imaginé que me diera tanto placer.

Me levantaba muy despacio y luego me dejaba caer de un solo golpe hasta lo más ade

ntro de mí, dándome un placer que me estremecía por completo, así estuve bastante tiempo con esa posición hasta que ya sin poder controlar más mi orgasmo terminé corriéndome por completo, mi leche salía disparada a borbotones y cada vez que me daba el sentón en mi delicioso consolador, más me corría y no dejaba de hacerlo, quería en verdad sentir eso, estaba por completo fuera de mí, el orgasmo era interminable, nunca me imaginé que se pudiera sentir tanto placer y menos en mi ano. Después de que pasó la explosión, me relajé quedándome sentado en mi rica verga metida ahí en ese orificio que ahora ya estaba desvirgado, por otro lado mi pene estaba completamente mojado por la leche que escupí y flácido por la monumental corrida que dio no me quería levantar pues en verdad sentía muy rico tenerlo todo dentro de mí y seguía vibrando y me rozaba las paredes de mi próstata dando un masaje muy placentero sintiendo la sensación de querer orinar y así me fui excitando de nuevo.

Mi verga de nuevo estaba muy parada y yo comencé con mi tarea de mete y saca, levántate y siéntate, arriba y abajo y quería que no terminara nunca esta forma de sentir el placer. Ahora ya era un experto metiéndomelo por completo, cogiéndome a mí mismo, era hombre y era mujer al mismo tiempo, no se más de que forma puedo explicar esto, es algo que no se puede decir con palabras, solo se siente y se siente por dentro, ahora entiendo porque dicen los gay que cuando la pruebas se convierte en un vicio que no puedes dejar.

De verdad estoy deseando tener un hombre de carne y hueso que sienta su calor, su olor, su sabor, que me toque y lo pueda tocar, sentir otro miembro que no sea el mío, poderlo mamar por completo y más que nada que me folle a su antojo, ya que mi consolador es una maravilla, pero no deja de ser un artefacto sin sentidos ni voluntad propia, muero de ganas de poder hacerlo con un hombre con estas mismas inquietudes y deseos, me da mucho miedo el meterme con cualquier tipo, pero espero que se presente pronto el apropiado para tener esta gran aventura que nos pueda dar mucho placer a ambos.