Me encanta masturbarme, lo hago a menudo pues soy muy caliente. Para que puedan ser entretenidas siempre invento cosas nuevas, como poses y difraces relacionadas con mis placeres, y así explotar de sensaciones calientes.
Ayer me sucedió algo así. Estaba frente al chat, aburrido sin conseguir mucho. Era tarde y me empezó a dar sueño, pero no queria, así que empecé a navegar por la web. Encontré una página de traseros espectaculares, vestidos solamente por una tanguita bien metida en el culo.
Tengo que reconocer que me fascinan las tangas, emtre mas chiquititas mejor. Empecé a admirar esos cuerpos sensuales, esas curvas y aquellos hilitos que se metían atrás haciendo gozar el entrepiernas. Lentamente empecé a moverme en mi silla, sentía que cada roce despertaba mi pene y lo hacía engordar.
Segui viendo, con cada vez más deseo de gozar y masturbarme rico. Llegué hasta una modelo que estaba vestida con una tanga rosada y una corbata al cuello. Me encantaron sus prendas, me volví loco y saqué mi pene que tanto deseaba ver bien parado y duro. Empecé a sobarlo muy suave, sintiendo su calor y metiendo mi mano mas y mas abajo.
Agarré mis bolas y las acaricie mientras veia como aquella mujer de la corbata y la tanga se empezaba a meter los dedos. Quise hacer lo mismo. Me saqué toda la ropa, quedé totalmente desnudo con mi sexo muy erecto y me puse a buscar ropa erotica. Mi ex novia habia dejado uns prendas hace tiempo, las ví y me gusto la idea de ponermelas. Me puse la tanga, era celeste con un hilito bien delgado. Me quedaba apretada y mi pene salia de ella, pero me gustaba mucho. Se me metió en el culo muy bien, y viendome en el espejo admiré mis nalga y la cosita metida. Me puse una corbata de las mias y empecé a masturbarme muy rico. Imitaba todas las poses de la modelo. Empecé poniendome en cuatro, y levantar mi culo. Mi mano fue directamente atrás, a mi anito. Estaba humedo de tanto calor. Y ahí, con mi dedo temblando de calentura, empecé a metermelo.
Que delicia sentirlo dentro. levanté mas mi culo y mi pecho lo baje para tocar la cama, y así con mis dos manos, una en mi ano y la otra en mi pene, me daba uno de los mayores placeres de mi vida. No contento con eso, fui a buscar mi juguete, el mango de mi afeitadora. Me puse de espaldas, levanté mis piernas y lo meti todo mientras mi pene gozaba con mi mano que iba arriba y abajo. Gemía de placer, estaba loco de excitación, me bajé la tanga hasta mis piernas, y asi como la modelo de quien habia tomado el ejemplo, me masturbe muy fuerte admirando la tanga y sintiendo el mango en mi ano dilatado y caliente.
Ya no daba mas, me movia violentamente en mi cama, gritaba de placer, hasta que un escalofrío general me arrebató. Llegue a un orgasmo exquisito, mi semen cayó en mi cuerpo, en mi tanga, en todos lados. Y como es mi costumbre, lo probé con mi lengua. Estaba tibiesito, muy suave. Mi cuerpo cayó cansado y con el mango todavía en el culo. Nuevamente habia excitado mi hoyito y mi sexo en conjunto, dandome un placer completo.
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