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miércoles, 11 de agosto de 2010

Masturbación con mis primos (3)

El Víctor se paró, estando su pene aún semierecto, se sacó la polera, se limpió el cuello y volvió a ponerse los pantalones.

Yo tenía unas ganas enormes de poder ver lo mismo que había hecho el Víctor, pero que quién lo hiciera esta vez fuera el Toño, ya que quería ver por completo esa enorme tranca en acción.

¿Y a ustedes les da vergüenza pajearse? – preguntó el Víctor aludiendo al Rodrigo, al Pablo y a mi.

No, pero es que…- dije yo

A mi sí un poco, es que creo que el mío es muy chico – interrumpió el Rodrigo

Pero güeón, yo no lo tengo grande tampoco, ¿pero eso que tiene que ver con pajearse bien o no? – dijo nuevamente el Víctor.

Pero déjalos poh güeón, si les da vergüenza es güeá de ellos – comentó el Toño

Al poco rato, se acabó la película que estábamos viendo y aprovechamos el "entretiempo" para hacer otras cosas. El Víctor fue al baño mientras nosotros nos quedamos conversando y tomando más chelas (cervezas). Yo también tenía ganas de orinar, y como el Víctor se estaba demorando fui a golpearle la puerta del baño para que se apurara. En eso llegó el Toño y dijo:

Puta que se demora este guëón

Tú también querís entrar? – le pregunté

Si poh, pero entramos juntos poh, si quiero mear no más – respondió él.

Se abrió la puerta del baño, el Víctor salió y entramos nosotros. Nos pusimos frente a la taza del baño y nos dispusimos a evacuar nuestras vejigas. El Toño me hablaba de no recuerdo muy bien que, mientras yo no hacía más que contemplar lo que él tenía en su mano derecha: su enorme pene. Pude ver que aún en estado flácido el tamaño de su herramienta era inmenso, tanto por su largo como por su grosor.

Y en serio te da vergüenza güeón masturbarte – escuché que me preguntaba el Toño mientras yo salía del estado "hipnótico" en que estaba.

No, no es eso…o sí, tal vez un poco, pero es que la mayoría de ustedes lo tienen super grande poh – le dije mientras miraba como sacudía su miembro para botar las últimas gotas de orina.

Pero guëón, ustedes todavía son chicos, seguramente les crecerá un poco más – me dijo el Toño

Si, pero…

A ver, deja ver de que porte lo tenís – me dijo el Toño

No, para que? – le respondí

Pa cachar si es chico o no a tu edad poh, pa’ tratar de desacomplejarte poh güeón - insistió

La verdad es que yo ya había comenzado a excitarme, pero pese a lo que él fuese a pensar, y ayudado por los efectos del alcohol, decidí bajarme más los pantalones y dejar mi pene tambaleante a simple vista. No estaba erecto, pero si en proceso de.

No güeón, no lo tenís tan chico

Sí, tienes razón, pero igual es un poco delgado

Sí, güeón, pero lo que les importa a las minas, es que la güeá se vea grande

Pero es que tu tenís la medía güeá poh - le dije

Estabamos en eso cuando llegó el Cesar y nos dijo:

Qué están haciendo los güeones?

Nada poh güeón, meando – respondió el Toño

El Víctor ya puso la otra pelicula – dijo el cesar mientras bajaba sus pantalones y comenzaba a orinar.

Volvimos juntos al living y como nos había dicho el Cesar, los demás ya estaban viendo la otra película. Esta vez quedé sentado entre el Víctor y el Toño. Solo pasó un rato antes de que el Víctor nuevamente se bajara los pantalones y comenzara a masturbarse. Mis primos también estaban excitados y estaban con las manos dentro de sus pantalones. El Toño comenzó a desabrochar su pantalón mientras yo también comenzaba a tocar mi pene por sobre la ropa.

Puta, los güeones vergonzosos – comentó nuevamente el Víctor - si somos puros hombres, pa’ q se tapan tanto

Puta güeón, parece que tú tenís muchas ganas de ver picos(penes) – respondió el Cesar logrando una risa generalizada.

El Toño ya se había quitado quitado la polera y había bajado su pantalón por debajo de las rodillas, quedando solo en calzoncillos y tocando su pene aún flácido por sobre este. Yo tenía muchas ganas de ver el proceso de erección de aquel pene tan grande, por lo que quería que se bajara el calzoncillo cuando su pene aún estuviese flácido.

Ya guëón, que tanto? Si habemos puros hombres – dijo el Cesar mientras, decidido, bajaba sus pantalones y calzoncillos dejando al descubierto su pene ya erecto

Yo, esperando que ese se convirtiera en un acto generalizado, también decidí bajarme los pantalones y calzoncillos y comenzar a masturbar mi pene que por cierto, estaba demasiado duro e hinchado.

Jajaja ,bien güeón, se decidieron – comentó el Víctor

El Rodrigo y El Pablo se miraron entendiendo de que eran los únicos vergonzosos que continuaban vestidos.

Ya güeón, saquémosle la ropa a estos guëones – dijo el Cesar apuntando al Pablo y al Rodrigo, mientras se paraba dispuesto a hacer lo que había dicho

Sale güeón – dijo el Rodrigo

El Víctor también se paró y tomó al Rodrigo de las piernas mientras el Cesar forcejeaba con él para poder bajarle los pantalones. Yo observaba esto desde mi posición y debo confesar que era muy excitante. Podía ver como dos güeones casi desnudos, con sus penes erectos, luchaban con otro para poder quitarle la ropa permitiendo esto muchos roces entre sus cuerpos en incluso, que se tocaran los penes entré sí, ya que el Rodrigo para defenderse en dos ocasiones le agarró el pene y los testículos al Cesar para que este lo dejara tranquilo.

Mientras tanto, el Pablo, al ver que si no se quitaba él por su propia cuenta los pantalones iba a suceder lo mismo, decidió bajárselos junto con los calzoncillos, solo un poco, pero con eso bastaba para ver que también su pene ya se encontraba duro y erguido.

Con tanta distracción nadie había puesto mayor atención a la película que estábamos viendo por lo que el Toño, que también estaba distraído con lo de mis primos continuaba tocando su pene aparentemente flácido aun por fuera del calzoncillo.

Te toca a ti güeón- le dije

Ah si? - Me preguntó – y si no quiero? – contestó él

Vamos a tener que sacártelo entonces poh – le dije

Jajajaja, no creo que puedan – dijo el Toño

Finalmente el Víctor logró bajarle los pantalones al Rodrigo, dejando el pene erecto de este a la vista de todos.

A mi me daba un poco de vergüenza exponer la idea a todos de quitarle el calzoncillo al Toño, sin embargo no tuve que hacer ya que el Víctor, al ver que este era el único que quedaba con su pene tapado le dijo:

Ya guéon, sácatelo o te lo vamos a sacar

Sale güeón, tú y quién más? –le dijo el Toño en tono irónico

Mientras se dirigía a tratar de desnudar a su amigo, el Víctor con un gesto me pidió que lo ayudara y obviamente no fue necesario que lo hiciera otra vez porque de inmediato comencé a forcejar con el Toño tratando de detener sus manos mientras el Víctor le quitaba el calzoncillo. A esto se sumó el Cesar quien trababa de afirmar las piernas del Toño. Finalmente también se unieron al propósito el Pablo y el Rodrigo y entre todos tratamos de dejar desnudo al Toño.

Recuerdo que esa fue la escena más excitante para mi de toda la noche, estábamos casi todos, excepto el Pablo con nuestros penes al aire. Y obviamente en aquella "lucha" contra el Toño, nuestros cuerpos y nuestros penes se tocaban, Yo sentí en varias ocasiones como el pene del Víctor y el del Rodrigo se apoyaban en mis muslos o golpeaban mis manos. El Pablo, durante la "batalla" aprovechaba para agarrarnos de los testículos y los tiraba con fuerza todo con el solo fin de molestarnos. Yo solo tenía ganas de ver el pene del Toño en su estado natural.

Ya guéon, te vamos a hacer un "chifle" si no te sacai el calzoncillo – le dijo el Víctor mientras forcejeaba con el Toño.

[Ese tal "chifle" es el apelativo de una típica broma que suele hacerse entre los hombres adolescentes, por lo menos acá en Chile, y que consiste en agarrarle el pene a un amigo, apretárselo fuerte y no soltárselo hasta que este logre silbar o "chiflar".]

En ese momento la finalidad de la "lucha" cambió y tomó como objetivo apretarle el pene al Toño. Este, entendiendo nuestra nueva intención, también decidió defenderse del mismo modo y mientras se tapaba el pene con una mano, con la otra trataba de dar apretones a cualquier pene que tuviese cerca. Hubo un momento demasiado excitante para mi entre tanto forcejeo: pude tomar con mi mano derecha el pene del Toño por sobre sus calzoncillos y comenzar a apretárselo paulatinamente. Su pene aún estaba flácido y la sensación que sentí al apretar un pene tan grande y grueso estando en ese estado fue increíble. Su glande, tal como había logrado ver anteriormente, era super grueso y cabezón y pude tocarlo, aún estando en estado "de reposo", lo que aumentaba aun más mi excitación. Mi pene obviamente no aguantó y comenzó a ponerse duro, pero como estábamos viendo la película porno y como ya nos habíamos visto los penes erectos, no sentí tanta vergüenza al respecto y continué con mi excitante labor.

El Toño instintivamente se defendió de la misma forma y sin saber quién le estaba apretando su pene agarró con sus manos el pene del Cesar y el del Rodrigo.

Ya güeones, suéltenme – dijo el Toño

Ya güeón, pero no apretís tan fuerte poh – le dijo el Cesar

Yo no te tengo agarrado- le dijo el Rodrigo

Todos se dieron cuenta de que era yo quién estaba apretando el pene del Toño y el Víctor aprovechó ese instante para bajarle de un tirón el calzoncillo, por lo que yo tuve que soltarlo. Inmediatamente el Toño soltó los penes de mis primos, pero en vez de quedarse tranquilo, y en busca de "venganza" se dio vuelta y agarró el mio, apretándolo fuertemente y diciendo:

Ya güeón, chifla.

Yo entre quejas, risas y forcejeo para liberarme, trataba de silbar para que dejara de apretarme tan fuerte, aunque en realidad estaba disfrutando mucho esa sensación de sentir que otro güeón estaba agarrándome el pene sin ningún tipo de pudor.

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