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viernes, 30 de julio de 2010

Una buena paja

Soy un chico normal de 20 años con una vida normal, y que además me gusta el deporte. Esta vez quiero compartirles una historia que precisamente me sucedió hace una semana. Primero quiero decir que soy un chico tal vez narcisista, me encanta mi cuerpo, y tal vez eso quiera decir que soy un poco exhibicionista, aunque también me encantan las mujeres.

Eso de que sea exhibicionista no significa que me esté desnudando en cualquier parte, sólo me encanta mostrar mi cuerpo donde tenga la oportunidad. Por ejemplo, en el gimnasio, no me molesta que se me vea todo el bulto cuando traigo puesto un pants, o en el sauna aunque varios llevan puesta su toalla yo entro sin ponérmela e igual, cuando tengo erecciones no me molesta en absoluto y no tengo porque taparme.

Otra cosa que a mi me encanta es masturbarme. Lo disfruto mucho, esa sensación de explosión y el líquido tibio cuando toca mi cuerpo y sobre todo cuando logro que me caiga en la cara.

He intentado varias técnicas diferentes, desde usar cáscaras de plátanos hasta diferentes formas de agarrar mi pene. Pero yo no estaba satisfecho con todas esas, quería probar algo diferente. Fue cuando se me vino a la mente mezclar esas dos cosas que me gustan: jalarme la verga y que alguien más me viera pero tal vez de forma discreta.

Días después, estaba trotando en la pista de atletismo con mi mejor amigo, y vimos que entró una chica despampanante, morena, cabello castaño claro y una cara muy bella, nosotros corríamos detrás de ella y apreciábamos aquella diosa. Entonces sentí que iba a tener una erección, y así fue, al rato estaba corriendo con un mástil levantando una carpa delante de mí, por lo que Daniel (mi amigo) se burló, a mi no me importó, me metí la mano y me acomodé el pene y seguí trotando.

Más tarde, agotados y empapados de sudor desde la cabeza a los pies, entramos a los vestidores y comentamos sobre la chava que habíamos admirado. Yo decidí entrar al sauna mientras Daniel salió a hacer algunas llamadas o no se que. Yo entré al sauna, no había nadie. Entré con unas pequeñas tijeras, rastrillo y crema para afeitar. Yo tenía la costumbre de recortar los pelos de mi pubis y afeitarme los testículos, a que se siente una frescura en los cojones y además se siente muy bien masajearme los huevos depilados; Daniel y yo hacíamos lo mismo así que no había problema que me viera haciendo esto en el sauna; de hecho él lo iba a hacer también. Comencé a afeitarme, pero seguía pensando en esa chica, pensaba en sus hermosos senos en los que se notaban los relieves de sus pezones a través del top, en esa cintura y me imaginaba su jugosa vulva totalmente abierta para que mi pene de 17 centímetros entrara hasta el fondo logrando que mis depilados testículos chocaran con ella.

Estaba totalmente excitado.

Terminé de depilarme y por mi agotamiento, me acosté en la banca del sauna, seguía pensando en ella. Abrí los ojos y vi mi verga totalmente erecta, brillante por el sudor y el vapor. Parecía de piedra. No aguantaba y me comencé a masturbar lentamente; pensaba en lo que sucedería si mi amigo entrara en ese momento al baño, pero eso me puso a mil, porque me excita demasiado que alguien me vea masturbándome.

Tomaba mi verga con las dos manos, acariciaba mi cuerpo, pasando por las zonas que me gusta sentir, mis velludas axilas, mis pezones, mi ano, todo, Me acariciaba mis testículos depilados y olía ese aroma característico que dejaban en mi mano. Me acaricié de pies a cabeza, la piel se me ponía chinita, sentía ese calor que atravesaba todo mi cuerpo, pasaba mis manos de mi culo hacia mi verga, pasaba mis dedos a lo largo de ella hasta llegar al glande, que ya lo tenía bien rojo, me acariciaba el frenillo y pasaba por todo e glande mi sudor. En ese momento hasta se me antojó poder chupar mi propia verga. Admiraba mi cuerpo todo excitado en el espejo antiempañante del sauna.

En eso, cuando estaba totalmente acostado en la banca y concentrado en mi paja, oí que se abrió la puerta, era Daniel, que se quedó ahí parado viéndome y riéndose. Yo me hice como si no escuché y cerré los ojos. Me di cuenta cuando la puerta se abrió porque el espejo estaba enfrente de mí. El sin decir nada, se sentó en la banca que estaba aun lado de la mía, se quitó la toalla y empezó a jalársela también. Entonces le dije: Rica la muchacha, verdad?. El me respondió levantando el pulgar y siguió masturbándose. Entonces yo me incorporé y me senté en la banca. Estábamos ahí frente a frente masturbándonos los dos.

Era extraño ver a otro masturbándose enfrente de ti. Yo le sonreí y le dije que nos viniéramos al mismo tiempo. Duramos diez minutos sobándonos las vergas (cada quien la suya, por supuesto). Antes de venirme sentía unos espasmos, era increíble, pareciera que iba a orinar, esa sensación fascinante, le di la señal de que ya iba a eyacular.

Fue una gran explosición. Avente el semen a borbotones (ya tenia tiempo sin darme una buena paja, pero ésta paja fue excepcional). Él también lo hizo. Uno de mis chorros voló alto y calló en la pierna de Daniel, el otro chorro que salpique cayó en mi abdomen, donde lo esparcí por todo mi estómago. La leche de él alcanzó a caer a mis pies. Al final los dos nos reímos, salimos del sauna y totalmente embarrados nos fuimos a las regaderas.

Ésta experiencia fue genial, e incluso quedamos próximamente en ir a su casa a ver una porno y a jalárnosla de nuevo, lo único que faltaba era que la chica que vimos en la pista nos acompañara.

Bueno, esta es la mejor paja que me he hecho hasta ahora.

1 comentario:

  1. Lo que voy a contar es probable que suene a inverosímil, pero fue real, trataré de ser lo mas objetivo que pueda, viajamos desde Argentina a Europa mi mujer y yo, ella 28 yo 30 años, llegamos a Lisboa en medio de un verano harto caliente, las temperaturas no bajaban durante el día de 38/40 grados centígrados, un domingo después de almuerzo salimos a caminar por la bellas calles de esa hermosa ciudad, pero el calor era insoportable, de manera que vimos el cartel de un cine que decía: Aire Acondicionado, y proyectaban una película recién llegada a Europa que se llamaba "Deep Throat", Garganta Profunda, le pregunté a mi mujer, te animas a verla ? si, me encantaría leí comentarios que es muy erótica, entramos nos sentamos y comenzó el film, obviamente todo era sexo explícito y cargado de un erotismo sin límites, en un momento mi mujer me dice en voz baja que el de al lado le está tocando la pierna, me adelanto para mirarlo mejor y veo a un lindo joven sentado al lado de mi mujer, le comento a ella en voz baja, date cuenta que con semejante película es difícil mantenerse calmo, mas con una mujer como vos al lado, como el chico seguía tocándola me inclino sobre mi mujer y le digo: está conmigo ok ?, sacó la mano y siguió mirando la película. Cuando terminó el film nos levantamos y salimos de la sala donde este joven se nos acerca y nos pide mil perdones por su comportamiento, no solo los aceptamos sino que lo invitamos a tomar algo fresco en un bar cercano también con aire acondicionado, nos pusimos animadamente a charlar y comentar lo que habíamos visto, este joven era un español que estudiaba en Portugal una carrera universitaria, tenía 18 años y era muy guapo, en un momento que va al baño le pregunto a mi mujer que le parecía este niño, a lo cual me dice, en la película hay un trío de una pareja casada con otro y me encantó, sin mucha demora le pregunto si le gustaría repetirlo con nuestro amiguito, sin vueltas me dijo que si; cuando regresó le comentamos si le gustaría acompañarnos a nuestro hotel y a nuestra habitación, a lo cual se sintió muy emocionado y asintió con alegría, realmente mi mujer es para alegrarse, llegados al hotel y a nuestra habitación recordé que debía devolver el auto alquilado pues se vencía el contrato, así que bajé y me dirigí a la renta car que estaba a dos cuadras, el papeleo me llevó sus buenos 45 minutos tras los cuales regresé al hotel, cuando abro la puerta de la habitación estaba todo a media luz y mi mujer desnuda y arrodillada en la punta de la cama y el invitado la había penetrado por detrás en la vagina, a lo que les dije, se ve que no pierden el tiempo, a lo que ambos me contestaron: no dábamos mas. Fui a baño a ducharme y cuando volví al dormitorio ahora mi mujer estaba imitando a la estrella de la película pues tenía el miembro de este joven casi hasta el fondo de la garganta, le acaricié el cabello y la alenté a que siguiera, cuando siento que este le dice, no doy mas voy a acabar, mi mujer saca la boca del erecto pene en el momento justo que eyacula, quedó con su cara llena de leche, su lengua se encargó de limpiarla y tragó algo de lo que quedó, por su puesto ante semejante cuadro no dí mas y yo también acabé profusamente en el cuerpo de ambos; así las cosas, dormimos por unas dos horas los tres desnudos en la cama, le pregunté a mi mujer si tenía inconvenientes en que yo lo besara al lindo joven, a lo que me dijo, al contrario, me excitaría mucho, no solo comencé a besarlo en la boca sino que además comencé a chuparle el pene, yo estaba de espalda y él arrodillado encima mío, mi mujer le chupaba los testículos y le pasaba la lengua por el ano, en un momento no aguantó mas y me acabó en la boca, rico semen que compartí con mi mujer, y así seguimos toda la tarde y noche, entre los tres debemos haber acabado, por lo menos, unas cinco o seis veces, aunque parezca mentira. Por su puesto hicimos todas las posiciones, hasta una doble penetración a mi mujer, quedamos en encontrarnos en Madrid con su novia para hacer un swinger, pero nuestro regreso a Argentina lo impidió.

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