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jueves, 29 de julio de 2010

Haciendose el Amor

Hoy relatare como es que "me hago el Amor". Me gusta decirlo así, por que es un momento tan personal, tan de uno mismo, que cada quien lo hace de una manera que lo haga sentir propia. La masturbación es un momento de placer privado, y que en veces, llegas a disfrutar tanto o mas que una relación sexual con una pareja.

En fin, les contare lo que paso un día.

Aquel día fue tan atareado, era viernes de una semana tan pésima, era una semana de exámenes. Aquellos días parecían eternos, una tortura vamos. El estrés brotaba al por mayor, pero por fin llegaba el viernes.

Llegue a las 7 a mi casa después de ir al gimnasio. Cuando llegue, recordaba las decenas de chicas lindas que vi en el gym. De todo tipo, bajitas, altas, blancas, morenas, gorditas, delgadas, unas eran diosas y otras no estaban tan mal. Recordé que pase bastante tiempo sin terminar lo que hacia, solo observaba a las chicas hacer ejercicio, pasar frente de mi, verlas como se movían haciendo aeróbic, mostrando sus piernas, sus pechitos, y sus exquisitos culitos. En especial, mi vista se centraba en dos chicas; una era rubia, y otra n poco mas morenita, eran dos lindas amigas, en especial, aquella chica de ojos verdes y dorados cabellos. Ella era alta, de una figura bastante cuidad; sin duda, era una chica de 10.

Recibía descargas de lujuria cada vez que se agachaba, o hacia movimientos de ese tipo. En un instante de observarla me encontraba muy excitado, pero tenia que disimular. Mi mente pensaba miles de cosas: una noche cachonda con aquella chica, ella saboreando mi verga, o haciendo el amor en la playa, un trío con su amiga, y demás imágenes calientes pasaron por mi mente. De repente, escuche como un grupito de chicas estaban murmullando entre risitas picaras, y voltee....creo que se estaban riendo de mi de la forma en que miraba aquella chica, solo les respondí con una risa coqueta.

Estas dos chicas, se veían bastante prendidas, varias veces las sorprendí espiándome cuando si me dedicaba a los ejercicios. Estaba dudando si ir a hablar con ellas, pero no me sentía de humor, mejor, pensé que seria otro día.

Después de deleitarme visualmente, fui a cambiarme de ropa. Al momento de desnudarme recordé a esa chica, y tuve de nuevo una gran erección. Estuve tentado en masturbarme, pero no era un lugar cómodo. Había pasado una semana sin hacerlo, así es que mi verga pedía a gritos eyacular.

Conduce como poseso hasta mi casa. Al llegar, de prisa entre a la ducha.

Cogí ropa, y una toalla. Entre al baño, y abrí la llave de la regadera. Me desnude poco a poco, por mientras lo hacia, sentía como me dolían los músculos por mientras me movía. Me quede desnudo frente al espejo. Me observe por todas partes, me toque mi cuerpo todo sudado, y recordé a aquella chica, lo cual fue demostrado por una erección feroz. Toque mi pené por mientras me observaba, se veía de un tamaño mas que considerable. Lo note muy duro, bien dilatado y excitado. Así, bien caliente entre a bañarme. El agua fría hizo contraste con mi calentura. Empecé a masajearme con el agua, y tome el jabón. Cerré los ojos para disfrutar el suave tacto del jabón en mi cuerpo. Mis manos paseaban resbaladizas por todo mi cuerpo. Pasaron de mis pectorales, por mi abdomen, y mi pubis deteniéndose en mi verga. La empecé a tocar suavemente, la llenaba de resbaladizo jabón, para que mis manos resbalaran produciéndome una sensación placentera. Me recargue en la pared para disfrutar mas mis carisias. Mis manos pasaban por todo el largo de mi falo, deteniéndose en el rojo glande para tocarlo suavemente con la punta de los dedos. Mi otra mano tocaba mis testículos apretándolos suavemente. Mis dedos tocando el frenillo me hacían regocijarme de gozo. Mi otra mano, pasaba por mis nalgas, las apretaba sintiendo su dureza; tocarlas me hacen sentir placer.

Mis carisias duraron bastante tiempo, mi excitación casi me provoca que me corriera, pero lo evite. Varias veces casi iniciaba a hacerme una paja, inconcientemente. Pero mejor lo haría en mi habitación.

Termine con la ducha, y salí solo en boxers y sin camiseta. Entre a mi habitación, y cerré con seguro, para que nadie molestara.

Encendí la computadora y me conecte a Internet.

De prisa busque satisfacer mi calentura. Entre a varias paginas de imágenes porno. Veía cada cosa: chicas desnudas mostrando sus culitos, enseñando sus puchitas calientes y jugosas, gente follando y demás.

Tales imágenes provocaron que me calentara muchísimo. Mi pene ya se asomaba por la abertura de las piernas de mi ropa interior. Lo toque desde la base y recorrí mi mano hasta tocar mi glande con las manos frías. Lo palpe hasta sacarle liquido preseminal. Sentía lo duro que estaba, las venas resaltadas lo hacían tener una textura exquisita. Los 22 Cm se mostraban relucientes entre mis manos.

Me desnude completamente y abrí esta pagina de relatos. Por mientras iba leyendo, tocaba suave y delicadamente mi enhiesta verga. Recorría el pellejo con mi mano rodeándola y lo regresaba por mientras estimulaba la punta de mi hinchado glande.

Me encanta mi verga, es grande y gruesa, creo que es una de mis partes favoritas de mi cuerpo y esa noche lucia descomunal. No se si por que estaba desestresandome o por que no había eyaculado en días.

Posaba mi verga en mi abdomen para que sintiera lo caliente que estaba, lo sobaba por debajo para que mi otra mano pudiera masajear mis hinchados testículos.

Pensaba en las chicas que había visto, a aquella en especial, haciendo el amor en todas las posiciones. Me la imaginaba haciéndome una gran mamada, la veía como se tragaba mi polla por mientras yo la tomaba de la cabeza; jugaba con su lengua en mi pene, pasando una y otra vez esa húmeda lengua por la cabeza de mi verga. De repente, me la imagine ella sobre mi, sentada en mi polla, moviéndose como loca, teniendo un orgasmo que la dejaba desvanecida, para que yo aprovechara y al tomaba de su cuerpo, la ponía de espaldas y la penetraba por su culito. Entonces, llegaba su otra amiga, y me acercaba su rica vagina, para que le diera una buena chupada.

En ese momento, mi mano iba mas rápido que antes, frotando todo mi pene, jalando de arriba abajo, mi respiración era agitada, y sentía miles de sensaciones en toda mi verga. Mi mano se llenaba de liquido preseminal, así es que por mientras mi otra mano manobriaba ese ardiente pedazo de carne probaba esos jugos, poniéndome aun mas cachondo. Mis manos bajaron suavemente por mis pectorales, tocando mi suave piel, tocaron mis pechos con los pezones bien excitados. Mi mano bajo por mi cintura, hasta tocar mis nalgas. Después, se pasaron por mis fuertes muslos, y subieron hasta tocar la punta de mi pene. Voltee hacia abajo, y la note roja, dilata, descomunal, deseaba que alguien viniera y la probara con su boca, que la llenara de besos, que se pusiera a disfrutar de aquel pedazo de carne, que desearan que se las metiera en su coñito para pasar una noche ardiente.

Ya no aguantaba mas, así que deje mis furtivos masajes, y deje de pajearla.

Me recosté en mi cama bien abierto de pies, y unte lubricador en todo mi pene. Eso me puso mas excitado, estaba a mil. Empecé a jalar de arriba a bajo disfrutando cada vez que mi ano llegaba a la base y subía hasta el glande. Lo sacudía para todos lados, mis cajones chocaban con mi cuerpo, produciendo ese ruido característico. Gemía de placer, me retorcía sintiendo la suaves sabanas tocar todo mi cuerpo.

En veces me detenía para no acabar, y lo acariciaba muy despacio. Pensaba en chicas, en mis relaciones sexuales anteriores, en fin, mi mente solo pensaba en sexo.

Por mientras me tocaba todo el cuerpo lo olía, lo sentía, lo disfrutaba. Mi pene se encontraba ya muy caliente, casi apunto de explotar.

Lo volví a tomar, para reiniciar mi paja. Esta vez, después de casi una hora y media de juguetear y disfrutar con mi verga decidí culminar.

La tome con fuerza, y comencé furioso, los jadeos y movimientos eran rápidos. Lo pajeaba por mientras lo movía hacia los lados, escupía pequeños chorritos de semen. Estaba apunto de desbordarme en un orgasmo. Tomándolo con las dos manos tome un ritmo mas lento. Jalaba mas fuerte pero no tan rápido. El semen estaba ya acumulado en la base de mi pene, estaba solo esperando que tuviera mi orgasmo para salir disparado.

Lo tome nuevamente con una mano, para que el ritmo se hiciera mas veloz. Me estaba perdiendo en un mundo de jadeos y espasmos, mi respiración agitada, mis gemidos entre cortados, la sensación punzante y placentera de mi pene que se concentraba en mi glande, estaba haciendo que me derritiera de gozo. Tal deleite me hizo olvidarme de todo, estaba solo pensando en el placer que me proporcionaba mis manos. Movía mi cintura para arriba, flexionaba las piernas, hacia un gran esfuerzo para no derramarme todo.

Pasaron varios minutos luchando para evitar mi eyaculacion. Pero no pude mas, por mientras mi mano se movía rápidamente, y apretaba gradualmente mas, algo hizo que flexionara el cuerpo, levante levemente las piernas, y sentí como el semen recorría todo mi falo, avanzando furiosamente, sentía como ese semen caliente hacia que mi pene se llenara aun mas de calor, que se hinchara aun mas, me estaba inundando de espasmos y mis músculos se retorcían, ; 4 lechazos salieron veloz por el orificio de mi glande, llegando a pegar en mi cara, en mi pecho, y otros caían en la cama; empecé un orgasmo que parecía eterno, el semen que salía estaba hirviendo, lo sentía en todo el cuerpo, no dejaba de salir. Me estaba corriendo vilmente, estaba teniendo un orgasmo indescriptible; todo lo que había guardado en esa semana estaba saliendo, produciéndome un placer enorme. El semen se sentía caer en mi abdomen, anunciado casi el final de mi orgasmo: pero no todo acabo, al momento de mi desbordamiento de placer empecé a pajeer nuevamente, produciendo que mi orgasmo durara aun mas. Mi mano llena de semen se resbalaba por todo mi pené. Los últimos chorros de semen llenaron todo mi pubis.

Mi mano temblorosa lo soltó, dejándolo caer sobre mi cuerpo. Los espasmos se reducían poco a poco. mi respiración se calmaba y me quede con una mano sobre el pecho y otra sobre la cama. Me quede dormido así.

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