Les quería contarles de las que considero mis
mejores pajas, las que definí como Memorables, la que me hizo debutar como
hombre, por ser la primera, creo que las primeras veces en el sexo, nunca se
olvidan, cuando digo sexo, digo en general, y la paja esta dentro del sexo. No
me voy a olvidar mas un día que tendría unos 9 ó 10 años, estaba tendido en la
cama de mi abuela, viendo la tele, y me comencé a tocar el pito (así lo llamaba
cuando era chico), me gusto tanto, que me baje los pantalones y me comencé a
dar masa sin piedad, en eso entra mi vieja y ve el espectáculo, yo no hice
nada, porque no lo consideraba algo malo, hasta que ella me dijo que eso no era
correcto por lo tanto a partir de ese momento comencé a hacerlo de vez en
cuando y tratando que no me descubrieran. Esto es lo primero que me acuerdo
relacionado con las pajas en mi vida, después saltamos a los 11 casi 12 años,
que tengo el recuerdo fresco de pajearme, siempre lo hacia en la cama o donde
nadie me veía, es como que ahí le agarre el gustito, no lo hacia seguido,
porque en realidad no sabia que estaba haciendo, había escuchado por ahí la palabra
paja, había escuchado de un agua blanca que me iba a comenzar a salir cuando
sea mas grande del pito (pensaba que era tipo pis y que no la podría controlar,
pensé que saldría en cualquier lugar u momento, o sea me asustaba un poco la
idea). Siempre me daba masa, hasta llegar a un punto que me comenzaba un
cosquilleo y especie de picazón el la pija, y ahí cortaba porque no sabia que
era (gran error, no sabia el placer que me perdía). No me acuerdo muy bien
desde cuando hacia eso, la cuestión es que llego el verano, como todos los
veranos de mi vida, me fui al campo, donde tenemos casa, en frente tiene una
mis tíos, tengo un primo de mi misma edad con quien somos amigos desde que
nacimos, aunque en la ciudad no nos vemos mucho, ahí estamos todo el día juntos.
Una siesta, estábamos en el río los dos solos, comenzamos a hablar de sexo,
minas, porno, etc, yo estaba un poco perdido, porque realmente no tenía idea de
nada de esas cosas, no sabia nada de pajas, no sabia nada de porno, y menos de
sexo, no hacia mucho tiempo que había dejado de creer que los hijos se hacían
de un beso en la boca. Bueno la cuestión es que estábamos ahí, hasta que me
pregunto si yo me hacia la paja, como tenemos mucha confianza, yo me animé a
confesarle que no estaba seguro si lo que yo hacía era paja. Él me contó que se
hacia la paja hacia un monto, y que le había saltado hace rato ya (vale la pena
aclarar que él tiene un hermano 3 o 4 años mayor, que le explicó). Yo comencé a
hacer preguntas al respecto, era como que me sentía muy identificado con las
cosas que contaba, entonces él me dio una clase teórica y luego, práctica. Me
dijo si quería que me mostrara como se hace, así él me enseñe, yo acepté, nos
metimos en el agua que nos daba hasta la rodilla, detrás de una piedra grande y
nos pusimos frente a frente, nos bajamos las mayas, y vi por primera vez otra
pija que no sea la mía, ya estaba desarrollado, tenia pelos, no tantos pero
mucho mas que yo, y se comenzó a pajear, yo miraba excitado por situación y
tratando de no perder detalle para aprender. No podían faltar las
comparaciones, la de él era mas grande que la mía (aun hoy lo sigue siendo), no
mucho, pero mas grande, realmente me excitaba ver a mi primo así, imagino que
él también le gustaba verme. Nos estuvimos pajeando un rato, hasta que otro de
mis primos (un poco mas chico), llego de repente, nos vio y se comenzó a reír
entonces nosotros nos subimos las mayas, y nos quedamos ahí como dos nabos. La
cuestión es yo ya estaba preparadísimo para esto, tenia la teoría, tenia gran
parte de la practica echa, solo me faltaba llegar al mejor momento de la paja
que es cuando acabas, cuando sale la leche. Deje pasar unos días, nos volvimos
a Tucumán, llegue a casa, acomodamos las cosas. Al día siguiente, otra vez a la
siesta, una vez superado todo, me dije "hoy es el gran día". Cerré la
puerta de mi cuarto con llave, cerré las cortinas tipo visillos de la ventana,
o sea que había un ambiente semi-iluminado digno para el sexo, me senté en la
cama en forma perpendicular, apoyado en la pared y con las piernas extendidas
sobre la cama, con un pantalón pijama corto, que me quedaba suelto, me lo baje
hasta las rodillas, estaba en cuero (quiere decir, sin nada en el torso).
Comencé el proceso, me pajeaba, fui superando las etapas que ya había vivido,
hasta que llegue al punto clave, donde yo desertaba, el famoso cosquilleo o
comezón, me dije sigamos adelante y que sea los que Dios quiera, así paso,
comenzaba el jadeo un poco mas rápido, sentía muchas cosas que nunca había
sentido, estaba muy excitado, me acordaba de mi primo en el río, hasta que de
repente sentí la misma sensación de cuando meas, así que me dio miedo porque
pensé justamente eso, "me hice pis", jajaja, pero de repente vi que de
la punta de mi pija comenzó a salir un liquido blanco que se regaba por todos
lados, eran chorros, que salían disparados de mi polla, era totalmente nuevo
para mí, porque la pis es un chorro tipo el caño de agua, esto parecía una
pistola que disparaba balazos blancos y espeso. Las sabanas, mi panza, el piso,
las zapatillas, salía y salía, se manchó todo. Se me juntaron muchas
sensaciones en ese momento, placer, orgullo, susto, felicidad, me sentía un
hombre. Los últimos chorros quedaron en la cabeza de mi pija, tome un poco
entre los dedos y automáticamente me puse a observar su textura, consistencia,
olor, todo, realmente me sentía orgulloso de esa néctar blanco, me di cuenta
porque le decían leche, me di cuenta de lo feliz que era. Luego no sabia que
hacer, con todo ese enchastre, como aunque mucha teoría, pero no estaba seguro
de lo que iba pasar, por lo tanto no estaba preparado, así que agarre unas
hojas del cole que andaban por ahí y con eso limpie lo mas que pude. Después
deje pasar dos o tres días sin pajearme, la segunda fue en la ducha, la tercera
también y de ahí en mas no pare nunca mas.
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