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lunes, 21 de marzo de 2011

EL ARMA EN LA MANO

Ya me encuentro en mis años 50 y por las noches tengo imagenes etereas que me hacen poner las manos en el arma para hacerla disparar. Pero solo me quedo con las ganas, porque no me sale ningun tiro, aun a pesar que estoy cargado de municiones.

Este es el relato.

Recuerdo con los ojos cerrados mis tiempos viriles y a traves de imagenes etereas deseo llegar a la masturbacion, por no tener en quien derramarme

Paseaba nervioso por la habitacion, sin saber que hacer y por un momento pense en fumarme un cigarrillo estimulante para provocar algo en mi organo flacido, debido a una impotencia de mas de 10 años.

La desesperacion era muy grande, no sabia a que atribuir esa sensacion…

Era tal el nerviosismo que empece a sudar y opte por desvestirse y meterme a la regadera para darme un baño de agua fria.

Abri la regadera y deje correr el agua, hasta que senti agradable como corria el liquido por mi cuerpo y eso me calmo sobre manera…

Sali del baño y encendi el televisor. Antes de recostarse en la cama, mientras sentia la brisa del aire acondicionado que me dio tranquilidad y por un momento me alejo del estado de ansiedad y nerviosismo que habia tenido minutos antes.

Tome el control remoto del televisor y cambie de canal, y pude ordenar una pelicula erotica.

Al momento de ver la pelicula mis ojos no podian dar credito, me veia yo en la tele.

Eso me animo mas a ver que lo que el actor hacia con la dama que tenia en su habitacion, era exactamente lo mismo que yo hacia en mis mejores tiempos y que ahora estaba en la mejor disposicion de volver a vivirlos.

Al momento vi como la pareja de actores estaban en el interior del baño y el se colocaba por atras para besarla apasionadamente. La mujer no se resistia a la caricia y volteaba el rostro para darle un beso en la boca Mientras el con sus manos recorria ese cuerpo, lleno de tentacion. La escena lo estaba poniendo caliente.

Cerre los ojos para sentir la escena en mi mente. Ya sabia lo que seguia. Empece a sudar de nuevo.

Algo instintivo me hizo meter mi mano debajo del calzoncillo, sintiendo, para mi sorpresa como poco a poco mi pene se erectaba, incluso mis testiculos estaban mas hinchados, que de costumbre.

Estaba llegando a tal grado de excitacion. La pareja seguia entregada al placer y aunque la escena no era clara, advertia que el hombre habia penetrado por atras a la mujer y sus movimientos manifestaban el erotismo que imprimian los actores para cumplir con el papel encomendado y que, sin duda, provocaban el extasis y el climax de excitacion en quienes estuvieran viendo la pelicula.

Segui acariciando mi pene. Lo senti como en los viejos tiempos, un miembro viril del cual se sentia orgulloso ya que rebasaba las 10 pulgadas y era grueso. Comence a masajearlo con movimientos de arriba hacia abajo. De pronto detuve la accion.

Enseguida me senti mal por lo ocurrido… A mi edad, pegandole a los 53 años, parecia un adolescente.

Una masturbacion para mi no tenia sentido, porque esa pelicula, pese a ser excitante, mas bien invitaba al coito con una mujer y esa era mi ilusion, mi ansiedad, mi necesidad desde hace mucho tiempo.

Mi mente volo lejos y recorde mis tiempos de que daba placer y mi ilusion era que tambien lo recibiera.

Vi a una mujer morena, de otro pais que se acercaba a mi. La mujer me daba pequeños besos en la boca. Sostiene mis manos, para que no interrumpa su sensualidad.

Baja lentamente. Me prende de mis pezones. Me los lame. Juega con los pocos vellos de mi pecho.
Sigue besando cada poro de mi cuerpo
Llega hasta mis pies y recorre de regreso hasta mi pelo.
Llega a mis oidos, mete su lengua muy suavemente.
Se me enchina el cuerpo.
Mordisquea el lobulo de cada una de mis orejas.
Comienza de nuevo por mi cuello, masajea suavemente con sus labios y sus manos toda mi espalda. Y baja por la columna vertebral.
Baja con su lengua hasta mi culito. Me pone en cuatro y me saborea con su lengua y con una mano juega con mis testiculos.
Con uno de sus dedos me penetra y con su boca busca mi pene.

Se quedo un tiempo lamiendo mi organo sin succionarlo. Sabia que si lo hacia reventaria en ella. Pero queria que aguantara mas.

Se acomodo para besarnos apasionadamente y ambos disfrutamos el osculo, donde nuestras lenguas freneticas y salvajes se entrelazaban como para arrancarse.

Empece a jugar con sus pezones, los cuales se pusieron duros y los chupe con mi boca, para probar el dulce nectar. Pero esa caricia solo arrancaba gemidos de placer en ella. Baje hasta su ombligo. Por varios minutos jugueteaba en ese lugar y le hacia vibrar y la humedad llenaba de inmediato su monte de Venus… Para que retener ese placer.

Segui en la exploracion hasta bajar el rostro y meterme entre sus piernas. Por un momento respire hondamente, queria disfrutar ese aroma agridulce que ella despedia.

Acerque mi boca y saque mi lengua, comence a lamer despacio, suavemente hasta que logre tocar con mis labios el boton del placer, y lo sujete con mis labios, para besarlo y posteriormente darle varios lenguetazos que provocaron en ella una explosion.

Una sacudida estremecio el cuerpo de ella y poco a poco fue aflojando el cuerpo, habia tenido un potente orgasmo que lleno mi cara de sus flujos vaginales.

Tras reponerse de ese potente orgasmo… Ella busco de nuevo m miembro y lo cogio con la mano. La suavidad de esa mano me estremecio y deje hacer lo que ella quisiera.

Ella recorria mi pene y le gustaba tomarlo y recorrerlo una, dos, tres… varias veces porque sabia que me proporcionaba placer.

Con la lengua recorrio el glande. Logro meterlo mas en su boca y alzo los ojos para ver como sentia.

Ella saco el pene de mi boca y musito, las siguientes palabras:

- Amor, damela, quiero ser tuya…

No hubo necesidad de mas palabras, entendi el mensaje y acomodamos nuestros cuerpos de tal forma que la penetre por la vagina con tanta suavidad. Ella solo fue acomodando su vulva y sintio cuando mis testiculos golpeaban sus gluteos. En un mete y saca, donde a veces ambos cuerpos imprimian algo de velocidad. Ella comenzo a gemir mas fuerte y le pedi:

- Amor, los dos juntos. Por favor…

Los dos llegamos a un climax profundo y derrame mi liquido seminal. Ella por su parte tuvo un orgasmo. Sus jugos vaginales se confundieron con mi semen por lo que sintio como se derramaba. Incluso cerro sus piernas para que no escapara nada de esos fluidos.

En mi mente la imagen de la television empezo a desvanecerse Y al abrir los ojos, mire hacia abajo y mis manos estaban entre mis piernas sujetando mi flacido pene.

La television estaba encendida… Pero en la pantalla se exhibia otra pelicula… Eran las 2 de la mañana. No sabia si me habia masturbado, pensando en la morenita foranea. Lo que si pude percibir de inmediato que tenia una completa tranquilidad y solo me dispuse a dormir.

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