Mucha gente fantasea acerca de
tener sexo con sus propios padres, tíos, hermanos, o primos, pero solo es eso fantasías.
Los hay relatos acerca de ya tener coito con su madre y tratarla como una puta más
de la calle, o que su padre o tío las follen como el mejor semental de las películas
porno. ¿Pero en verdad alguien ha roto el verdadero respeto que existe en ello?
¿Tener siquiera el comienzo de sexualizar con tu madre? En mi caso yo de
nacionalidad mexicana, aquí en mi país todavía hay mucho tabú por ello, pero
personalmente si experimente el comienzo. Tenia 13 años, como cualquier chamaco
de secundaria estaba en la edad de la "punzada" y siempre se me
paraba el pene en cualquier lugar, yo un puberto calenturiento de secundaria
siempre estaba mojado de tanto lubricar y no encontrar un baño rápido o lugar
privado para masturbarme, lo reconozco, desde niño siempre he sido morbosísimo.
Pero también era algo natural. Siempre me andaba masturbando en donde fuera, en
el baño de la casa, en los baños de la escuela, en lugares apartados, en donde
fuera que me excitara algo buscaba rápido un lugar discreto para masajear mi
pene y sacar ese semen juvenil que me estorbaba. En casa solo vivíamos mi madre
y yo, ya que mi padre nos dejo desde que tenia 5 años, y solo teníamos una
recamara con una sola cama, una cocina y un baño pequeño con regadera. La cama
la compartíamos desde que yo estaba bebe y hasta los 13 dormía con mi madre,
era natural y sin nada de morbo antes de esa edad; antes de dormir mi madre se
cambiaba de ropa poniéndose su ropa de dormir frente a mi sin pudor, se quitaba
la blusa y me decía que le desabrochara el brasier por atrás para que se lo
quitara y pusiera su playera pijama, enseñaba sin pena sus pechos que estaban
bien dotados y firmes con unos pezones grandes y morenitos, mi madre era blanca
como yo; de los pantalones se los sacaba y dejaba ver en lo que se ponía su
pants pijama, sus pantaletas blancas de tela transparente su bulto de vellos púbicos
negros; y no solo ahí ya que a veces cuando llevaba prisa se metía a bañar y a
regañadientes me decía que me metiera a bañar con ella ya que sino perdía
tiempo para llegar a su trabajo y yo a la escuela, ahí entre prisas veía sus
pantaletas mojándose y pegadas a sus nalgas y vagina cayendo la espuma en todo
sus cuerpo especialmente sus pechos hermosos. Un día a los 12 años me vio que
me empezaba una erección y no la podía controlar, me vio que me ruborizaba y
estaba nervioso por la situación, me vio a los ojos y solo se apuro, se seco y
salio de el baño gritándome que me apurara, fue la ultima vez que me bañe con
ella ya que se dio cuenta que su hijito ya estaba en edad caliente. Cuando dormía
aun con ella me decía en las noches que me pegara a su cuerpo ya que en
invierno el cuarto donde vivíamos de lamina de cemento se enfriaba mucho y teníamos
mucho frío, en serio, y siempre antes de dormir me pegaba a su cuerpo aun sin
morbo por atrás y hacíamos "cucharita", me quedaba dormido y ya no
sabia nada mas hasta el otro día en que ella se levantaba y ya estaba
preparando el desayuno y apurándome para que preparara mi ida a la escuela; una
mañana hacia muchísimo frío como de 4 grados y no me quería levantar, ella ya
estaba enojada porque ya se le iba a hacer tarde al trabajo y yo también al
colegio, me gritaba ya con enojo:
-Ya párate!!!
Yo tenia otro problema, tenia
unas erecciones cuando me despertaba que tenia que pensar en otras cosas para
distraerme o sino se me iba a ver el bultote en el pantalón y esa mañana no podía
controlar esa erección, la tenia mas grande y dura de la que conocía, solo se
me ocurrió empezar a masturbarme rápido por debajo de las cobijas antes de que
mi madre volviera de nuevo a la recamara que solo la dividía una cortina entre
la cocina, estaba bien entrado en mi trabajo que no me di cuenta que mi madre
de nuevo entraba y ahora me gritaba
-Ya párate cabrón y haz tus
cochinadas en el baño, me vas a ensuciar las sabanas!
Yo solo me saque de onda y hasta
se me espantó la erección rápido y me empecé a vestir con el uniforme de la
secundaria, ya cuando me iba a la secundaria ni podía ver a mi madre ya que me había
cachado en lo que según yo hacia en secreto, pero ni tan en secreto; en una ocasión
ahora era lo contrario esa noche, era primavera calurosa y en las noches no
soportabas el calor, entonces ahí si solo con una playera y shorts dormíamos
los dos, y sin acurrucarnos, yo con el calor ni podía dormir y mi madre si se
quedaba dormida ya que llegaba cansada de el trabajo y solo quería descansar,
se volteaba a su lado de cama y yo en la otra orilla, entonces con el calor me ponía
cachondo y me acordaba de las chavas vestidas como dije bien zorras en la calle
o alguna imagen erótica casual que haya visto durante el día, entonces despacio
y sin hacer movimientos bruscos que pudieran despertar a mi madre me empezaba a
masturbar en la misma cama en que dormíamos mi madre y yo, me daba placer
delicioso y me venia entre las cobijas, mi madre según yo no se daba cuenta. Una
noche mi madre llego cansadísima y solo se fue a dormir, cómo era viernes me
dejaba ver la TV hasta muy noche solo si la escuchaba bajito, me senté en el sillón
y mi madre ya dormía volteada sentido contrario a mi, yo le cambie a un
programa erótico que pasaban después de media noche llamado las gatitas de
porcel, un programa de Sudamérica pero que salían puras mujeres vestidas eróticamente
y muy putas, yo vi a mi madre que estaba volteada durmiendo, y me anime a bajarme
el pantalón y masturbarme frente a ese programa, pero cada vez que se movía mi
madre rápido me subía los calzones asustado de que me vaya a cachar, pero solo
se movía para acomodarse o buscar otra posición para dormir, entonces como si
llegaba muy cansada veía que en cualquier posición estaba verdaderamente
desmayada de sueño; así todos los fines de semana que me dejaba ver TV era lo
mismo, ya hasta tenia mas confianza y aunque estaba durmiendo volteada a mi, ya
me valía y me masturbaba confiado de que estaba desmayada de cansancio.
Una de esas noches estaba bien
entrado y confiado en mi chaqueta, ya estaba a punto de echar mi semen cuando volteé
a ver a mi madre y vi que estaba viéndome y no me decía nada, yo ya no podía
parar en eso por subconsciente tenia que acabar esa masturbación pasara lo que
pasara y me vine echando a volar mis mocos, asustado ya después y razonando que
mi madre me veía me quise meter el pene rápido a la ropa y mi madre me dijo:
- No hijo vas a manchar tu ropa
interior y luego queda amarillo, límpiate con el papel de aquí.
Y me paso un rollo que tenia en
su cabecera, yo no quería pero como era enérgica me insistió un tanto enojada
- Que te limpies cabrón tú como
no lavas, y me tiras eso en la taza del baño.
No tuve de otra que volteado de
espalda sacarme el pene y limpiarme los mocos chorreantes, no se, me masturbaba
seguido y siempre parecía vaca en mis eyaculaciones, mi madre me empezó a
decir:
- Bien limpio he? y mañana te
bañas temprano si no vas a oler apestoso.
Yo le dije:
- Aay mama es la primera vez que
lo hago.
- Pinche mentiroso, si siempre
andas de chaquetero, si ya vi tus revistas que tienes escondidas, un día te las
voy a quemar.
Mi madre me conocía muy bien!
- Y ya vente a dormir pero te
haces para haya no me vayas a pegar tu cochinada.
Ni modo me cacho y tenia que
obedecer. Al día siguiente me llevo a comprar un catre y colchón individual
para instalarlo al lado de la cama y durmiera separado. Casi ni podía ver a mi
madre de la pena, pero ella con toda naturalidad me leía la mente y me decía
que a esa edad era natural que me masturbara pero que no lo hiciera diario y
que cuando lo hiciera me aseara para que no huela a prostíbulo, me dio
confianza sus palabras y me tranquilizo, ya que no quería verme apendejado. Ya
en las noches se volteaba para quitarse el brasier y ya se cubría los calzones
cuando se cambiaba a pijama. Un día estaba nervioso porque en la escuela tenia exámenes
toda la semana de todas las materias y tenia que hacer trabajos para entregar
esa semana, hasta estaba de mal humor por el estrés de eso, mi madre me veía y
no escondía mi mal humor ya que hasta tenia que estudiar hasta muy noche, hasta
las chaquetas se me habían olvidado esa semana, me acosté una tarde rendido y
estresado por eso, y ¿como me vería mi madre?
- Hijo ven a comer ni siquiera
haz comido bien.
- No mama, estoy cansado.
- Estas muy tenso, ¿por que no te
haces una de esas que haces con tu pene? a ver si así te tranquilizas.
- Hay mama, no puedo ahorita además
estoy cansado hasta de ir al baño. (Ya que me decía que me las hiciera en el
baño desde que me cacho),
Entonces ella me dijo:
- Pues aquí en tu cama, nada mas
no ensucies las cobijas, ten te limpias con esta franela.
Me aventó un trapo rojo, yo sin
ganas me empecé a animar, y le dije:
- ¿No te vas a salir en lo que
acabo?.
- Ay hijo como si no conociera tu
pene desde bebe, además ahora se parece al de tu padre.
No me quedo de otra y me baje el pantalón
y calzón, ya en confianza según de mi madre; pero no podía agarrar una erección,
tal vez porque mi madre estaba ahí o el mismo estrés, mi madre vio mi pene flácido
y me dijo:
- ¿Que, ahora no quiere?.
- No mama, hasta esto esta
cansado,
- Mmm, ¿te acuerdas cuando nos
bañabamos?, ahí si se te paraba cabrón, y a veces en las noches cuando dormíamos,
tu dormido se te paraba en las noches y me tenia que quitar de ti.
Yo solo la escuchaba y como que
se me empezaba a despertar el asunto, mi madre vio el efecto y dijo:
- Te voy a ayudar, pero no me
vayas a tocar ¿ok?
- Va pues ma.
Entonces empezó a quitarse la
blusa y se saco las tetas enseñándomelas, hacia casi un año que ya no me las
enseñaba y ahora las veía estupendas, sus pezones hasta estaban erectos, se las
empezó a agarrar muy sensual sin caer en lo vulgar, y yo solo la veía mientras
me crecía mi pene, me pregunto:
- ¿Mas?
- Si mama.
Entonces ahí se bajo el pantalón
con pantaletas y por primera vez en mi vida me enseño su vagina abierta
cubierta de pelos, se abrió de piernas y me dejo verla, estaba roja y excitada,
ella también se empezó a manosear y veía que ponía una cara que no conocía de
ella
- A ver quien acaba primero hijo.
Yo ya ni oía bien lo que decía
estaba a mil, porque era la primera vagina que veía de a de veras y me estaba
chaqueteando viéndola, por supuesto yo le gane, mi eyaculación salió con tal
fuerza que brinco como un metro y cayo justo en las cobijas, no importaba, ese
orgasmo que me ayudo a tener mi madre era fantástico. Vi que mi madre estaba
ocupada en su masturbación también y con los ojos cerrados, rápido limpié mis
mocos de las cobijas antes de que se diera cuenta, mientras veía que se metía
los dedos en su panocha esa de donde yo había salido un día, se retorció y gimió
y por fin regreso de su gozo individual. Se veía chapeada y como muy hermosa,
me vio y solo me sonrió,
- ¿Tu también lo haces? le
pregunte,
- Si hijo, a poco tu solo te
estresas en la escuela, mi trabajo también es estresante.
Me contesto.
- Ahora déjate de porquerías, lávate
y a estudiar.
Así corto eso y vistiéndose se ponía
a hacer el quehacer del hogar. Desde ese día vi fantástica a mi madre ya que compartíamos
algo muy en común y ese era nuestro secreto. Me dejaba masturbar cuando lo
necesitaba solo que no manchara algo, sino se encabronaba, a veces me llevaba
condones que pedía cuando iba al seguro social y me decía como me los ponga
para cuando tuviera novia y no la vaya a embarazar, ya me hablaba con confianza
de el sexo y de como ella le gustaba como se lo hiciera mi padre antes de que
nos dejara, ahí me dijo que desde entonces ni siquiera se había masturbado
hasta que me cacho y entonces se le antojo a ella también, entonces ahora se
desahogaba cuando llegaba de la chamba y dormía tranquila, eso fue hasta que cumplí
los 16 años y estaba en la prepa, entonces me dijo que me consiguiera una novia
y me desahogara con ella. Ahí también le obedecí además si había candidatas y conseguí
una chica que nos entendimos y teníamos sexo, con protección como mi madre
siempre me decía, deje de masturbarme con ella, pero fue la adolescencia mas
afortunada que tuve, con mi madre, mi madre comprensiva.
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