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jueves, 16 de septiembre de 2010

Paja con público

Quiero compartir con ustedes esto que me sucedió en mi propia casa. Tengo que decirles que vivo solo, mi sala es un poco pequeña y tiene un ventanal que da precisamente a la senda o pasaje en el que vivo. Generalmente cuando llego del trabajo abro las ventanas para ventilar un poco y tengo unas cortinas que creí ocultaban todo lo que adentro pasa, precisamente de eso se trata mi relato:

Ese día llegué con mucho calor del trabajo y decidí bañarme y andar en toalla por toda mi sala, encendí el ventilador y era riquísimo estar así, con todo mi cuerpo recibiendo esa brisa, por lo que me empecé a calentar recordando uno de los buenos relatos que tienen ustedes escritos y me comencé a tocar el cuerpo: comencé por mis brazos que creo tenerlos muy definidos y seguí con mis piernas me acariciaba cada parte de ellas, cada músculo, cada parte de mis muslos y seguí arañando un poco toda mi pierna hasta llegar a mi entrepierna donde no tengo muchos vellos, como están en pleno crecimiento (me los afeito) el roce de mis manos en mis pelotas me hizo estremecerme y pensar solo en lo que sería una paja ahora. Recorrí mis pelotas en todo su tamaño con mis dedos, les hacia círculos con mis uñas y me acariciaba solo con las yemas la unión entre los dos huevos hasta bajar hacia el punto donde comenzaban, me los halaba y me los estiraba de tal manera que me quedaban casi ahogados entre mis manos, los tomaba con los dedos y les hacía un anillo con ellos, me mojaba las yemas y comenzaba otra vez a acariciarme pero la sensación era tan buena que no me daba cuenta lo que pasaba a mi alrededor. Seguí un poco mas en esta forma hasta que decidí darle paso a mi polla que estaba goteando de placer, me la toqué y la puse entre dos dedos haciendo presión hacia arriba y abajo, luego que me la tocaba toda con la mano, que me acariciaba solo con un dedo, esto me agradaba mas pues me gusta mojarme las yemas y pasarlas por el estribillo que une el glande con el resto, esto era en realidad excitante, si se detiene un momento y se le da unos masajes con las yemas de los dedos es realmente rico.

En eso estaba: me mojaba los dedos a cada momento y saboreaba mi liquido que se salía por la excitación, era en realidad tan placentero lo que ocurría que no me di cuenta que una parte de la cortina que estaba en la ventana estaba algo corrida y sentía un par de ojos que me observaban. Creí que eran ideas mías pero miré hacia allá y no vi nada. Seguí en mi acto personal y ya comenzaba a sentir ganas de correrme pero me dejaba de tocar en el mismo momento que sentía eso, mientras me masturbaba lentamente solo con dos dedos, me acariciaba mi estomago y mis pechos. Soy muy bueno acariciando a los demás imagínense como será conmigo mismo: me tocaba mis pezones tratando de mojármelos, subía mis brazos y besaba y pasaba mi lengua por mis músculos, me besaba hasta donde podía y me pasaba las uñas por mis hombros en señal de excitación.

Siempre sentía ese par de ojos viéndome, volví a ver al lugar de la ventana y me pareció ver una sombra y sin pensarlo dos veces me fui rápidamente hasta la cortina y pude notar que había alguien allí: era un chico que entre las matas que están frente mi ventana se tocaba su pantalón que ya se le veía muy crecido al parecer estaba allí escondido de algo y se dio el gusto de verme en todo lo que hacía. Discretamente me asome por la cortina y él tenia cara de éxtasis, se tocaba su miembro que luchaba por salir. Era de mas o menos unos 16 años, delgado, de buena complexión física y por lo que podía notar bien dotado, no lo había visto por estos lugares así que me detuve a verle y por supuesto a tocarme de nuevo. Cuando me asomé tenía los ojos cerrados tocándose, así que no pudo verme hasta que los abrió me escondí y asomo su cara mas cerca de la ventana para ver donde estaba yo, por supuesto el solo saber que alguien me estaba viendo era tan sabroso para mi que en un descuido me tiré en el sillón y comencé de nuevo a tocarme esta vez con ganas de terminar. Verlo así me había puesto a millón y comencé a jadear con la esperanza de que él me escuchara y mi cuerpo se arqueaba del gusto en solo sentir un par de ojos posarse sobre él, me apreté duro mis pelotas y retardé lo mas que pude mi eyaculación, hasta que un quejido profundo me marcó el inicio de mi venida: primero un fuerte chorro salió que me llegó hasta la cara y luego uno menos fuerte que me lleno mis pechos y abdomen, luego otro de igual magnitud ya que el sentirme observado me llenaba mas las pelotas de leche y quería sacarla toda, uno mas que terminó de llenar mis manos y mis pocos vellos. En eso un quejido que venia de la ventana me excitó más y me la moví con más fuerza esta vez de pie frente a la ventana para dejar salir lo último que contenían mis pelotas y escuché el quejido esta vez mas fuerte y vi una sombra mas cerca de la ventana y parecía convulsionar seguido de otros quejidos. Todo lleno de leche como estaba me acerqué a la ventana para solo ver la sombra rápidamente salir de su lugar. Cuando llegué cerca de la cortina ya no había nadie y pude ver algunas hojas llenas de un liquido blanco, me asomé ya con la cortina algo abierta pude ver que algunas ventanas estaban llenas de mucho semen y mi placer fue completo, tenía ganas de chupar ese liquido pero no lo hice.

Me llenó de satisfacción el haberle otorgado placer a otro aunque lastima que no se quien sea, nunca mas lo he visto por estos lados.

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